Isidoro
Vázquez
El diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española define la palabra debatir como "Altercar, contender, discutir,
disputar sobre algo". Pues bien, en el encuentro de anoche de los cuatro candidatos
a la Presidencia de la República, fue poco lo que se discutió o se disputó
sobre los temas que se abordaron, más bien el tiempo que se les concedió a cada
uno de los candidatos lo utilizaron para denostar y descalificarse
mutuamente.
Mientras que Josefina y Andrés Manuel se fueron con
todo contra Peña Nieto, Gabriel Quadri, de Nueva Alianza, no cayó en el juego
de las descalificaciones, capitalizó su tiempo defendiendo sus propuestas y
tratando de rebatir las de los demás. Fue el menos atacado, por obvias
razones: está en último lugar de las preferencias electorales y no ha sido
funcionario de relevancia, no tiene trapitos que le saquen al sol. Debo
decirlo, aunque no coincido con él pues representa al partido de Elba Esther
Gordillo-aunque lo traten de negar-, que algún grado de responsabilidad tiene
en la gran tragedia educativa nacional. Pero obvio, a Quadri le falta el oficio
político que también es importante, no sólo necesitamos un presidente que tenga
conocimientos técnicos, sino que sea capaz de dialogar con las demás fuerzas
políticas, que tenga liderazgo. Muchos consideran que Quadri ganó el debate. Pero esto no hará cambiar en
mucho la intención del voto. Es muy probable que tanto Josefina, como Peña y
Obrador conserven su lugar en la intención del voto, en tanto que el candidato
de Nueva alianza podría subir aunque estrechamente. Ya lo veremos en la segunda
encuesta de la campaña que se dará a conocer el próximo viernes.
El tiempo de cada uno de los candidatos, debió
utilizarse para presentar sus propuestas, argumentarlas y defenderlas ante los
demás. Ya no se vale decir sólo qué van hacer, sino cómo lo van a realizar,
para tener elementos que nos permitan saber si la propuesta es viable o no. Prácticamente
el discurso de Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN, de Enrique Peña Nieto,
del PRI, y de Andrés Manuel López Obrador del PRD, fueron los mismos que han
venido manejando en sus entrevistas, en los spots y en sus mítines.
Tuve la oportunidad de ver el debate en Azteca 40.
Previo al debate, ese canal presentó un programa especial de elecciones en el
que hizo un recuento de los debates que se han dado en el país y las
incongruencias, chiquilladas y demás eventos desafortunados de los
presidenciables, como diciendo para qué quieren debate si no tienen el nivel.
Le dan en parte la razón, al menos en parte, al Sr. Salinas Pliego de no
transmitirlo en cadena nacional. Por ejemplo se recordó a Cárdenas y Fox cuando
el famoso "hoy, hoy, hoy". Iniciando ya el debate, lo primero que llamó
la atención fue una edecán en un vestido blanco, entallado, con un gran escote
y formas corporales esculturales. No tengo nada en contra de la chica, pero
creo que fue inapropiado presentarla así en un debate de gran interés
ciudadano. También estuvieron presentes pequeños errores técnicos, como la foto
de Peña con Salinas que Obrador presentó al revés, y que apenas y se vio ante
la cámara. Hay quienes ya piensan que esto fue un “complot”. Eso dependió directamente
de los productores a cargo del IFE. Por otro lado, el formato del debate
no es el más apropiado. Los tiempos son muy cortos, se deben seleccionar los
temas más importantes y dedicarle más tiempo para que los ciudadanos tengamos
más oportunidad de apreciar y discernir las propuestas.
En suma, este primer debate estuvo muy plano,
decepcionó a muchos ciudadanos, no es lo que esperábamos. Ojalá que el próximo
sea mucho mejor.
Gracias por su lectura y espero sus comentarios en:
isidorovm@prodigy.net.mx
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